El Dragón
Abel Velazquez
El viento sopla helado, aquí en Cameloth,
Ella será princesa aun a pesar del Dragón,
La boda se ha pactado, esta noche a las diez,
Y el rey ha ordenado, disparar si le ven.
La última doncella, se prueba el ajuar,
Como una conveniencia, de su cruel sociedad,
Con un mar de dudas, que no quiere enfrentar,
Hoy se juega el destino,
Esperando que el cuento se convierta en realidad.
Y doblan las campanas,
Porque se esta muriendo el Dragón,
Se muere por salvarla, sin que tenga salvación,
Ella escogió cerrar un trato, y no entregar su corazón,
Y acepto que le pagaran, de por vida los servicios, de amor.
Y doblan las campanas,
Porque se muere el Dragón,
Se muere por salvarla, sin que tenga salvación,
El cuento estuvo a punto, de cambiar el final,
Pero el Dragón con todo y alas, no pudo enseñarla a volar.
La princesa lloraba, en el fondo del salón,
Donde sus manos frías, extrañan al Dragón,
Y todas las cartas, que decían ámame,
Por lo que mas quieras, ven y sálvame.
Y doblan las campanas,
Porque se muere el Dragón,
Se muere por salvarla, sin que tenga salvación,
Ella escogió cerrar un trato, y no entregar su corazón,
Y acepto que le pagaran, de por vida los servicios, de amor.
Y mientras tanto el Dragón, con una herida mortal,
Se despidió de Cameloth, y dicen, quienes lo han visto,
Que canta por monedas, canciones tristes en un bar.
Y doblan las campanas,
Porque se muere el Dragón,
Se muere por salvarla, sin que tenga salvación,
El cuento estuvo a punto, de cambiar el final,
Usted decide desde luego, cual de ellos,
Le hubiera gustado escuchar.