Canción de Amor
Abel Velazquez
Hoy pude haber salido, a mendigar una oración,
Que me partiera el sol mayor, y el corazón con adjetivos,
Hoy que tal vez era el momento, de enternecerlos con lo mismo,
Hoy me trague todos mis versos, garigoleados y vacíos.
Hoy pude haber salido, a revivir la obligación,
De hablar de quienes ya se han ido, de los que quedan o de Dios,
De la mujer que no me ama, o de la que nunca me amo,
De soledades del silencio, de las nubes, del maldito corazón.
Hoy quiero hablar de todo, aquello,
Que por miedo nunca pude, o nunca quise retratar,
Hoy intento ser la voz, de los anónimos inscritos,
Que solo sueñan en soñar.
Hoy quiero hablar de mi país,
Del que conocen y a menudo, se lamentan de tener,
De lo podrido del silencio, en la cabeza del poder,
El de las luchas sindicales, y los compadres secretarios,
De las secretarias irreales.
Hoy quiero hablar de mi país,
Y de sus sueños de ascender, a la primera división,
Del que lloro por JC, y revivió con el fútbol,
Del que contento se ceno, las amarguras,
Cuando quien sabe como hacerlo, pidió apretarse el cinturón,
El de los ocho millones, de desempleados,
El de los veinticinco pobres, millonarios.
Hoy quiero hablar de mi país,
De su cimiento y de sus hijos,
Los que quizá en algunos años,
Seamos culpables del suicidio.
De este país bañado en llanto,
Por los caines de si mismo,
De esta nación sin supermanes,
Sin Santa Claus ni rumbo fijo.
Hoy quiero hablar de mi país, de sus cenizas y su olvido,
De la ficticia libertad, y sus famosos asesinos,
De la matanza el dos de octubre, y de las misas los domingos.
Hoy quiero hablar de este país.
Porque es el único que tengo, para heredarles a mis hijos.
Hoy quiero hablar de mi país,
Me guste o no porque es el mío, porque quizá este corazón,
Hoy decidió no ser el mismo,
Porque deseo fervientemente, sin esperar el milagrismo,
Que supliquemos su perdón, y construyamos un destino.
Hoy quiero hablar de mi país,
Porque soy macho y bravucón, porque en el fondo me revienta,
Lo que le pasa a esta nación,
Porque aunque no vista de charro, también me duele su dolor.
Hoy quiero hablar de este país,
Porque quizá me dio la gana repetir,
Que como México, no hay dos.
Hoy quiero hablar de mi país,
Sin el sonoro rugir del cañón,
Simplemente porque le amo,
Y esta es una, canción, de amor.