Duende
Amanda Miguel
Noche de luna, fin del verano
como en un mágico cuento
tu boca acercaste a mi.
Beso tras beso, duende travieso
con tus caricias me marcas a fuego el corazón
y yo te sigo como en un sueño.
Cierras la puerta, arden mis venas
y me alucina tu cuerpo desnudo
tendido en cruz.
Fuera en la calle suenan sirenas
mientras mis manos recorren tu espalda con lentitud
y qué profundo llegan tus besos.
Ávidamente, duende impaciente,
giras conmigo en tus brazos,
y el tiempo se me olvidó.
Dulces palabras, beso tras beso,
vueltas y vueltas,
se escapan las horas y sale el sol
y de repente ya no te veo.
Al despertarme salgo a buscarte,
mágico duende, yo sé que algún día te encontraré.
Grito tu nombre, dejo mensajes,
claves secretas te voy escribiendo en cada pared.
Ven a buscarme en otro sueño.
Caen las hojas, llega el otoño,
pero jamás se dará por vencido mi corazón.
Corren los días, pasan los trenes
y como duende en el metro escucho detrás tu voz
que dulcemente dice "te quiero".
Y nuevamente, duende presente,
como en un mágico cuento te miro y estás aquí
Dulces palabras, beso tras beso,
vueltas y vueltas, se escapan las horas y sale el sol
y estás conmigo, como en mis sueños.