Una estación sin voz
Antonio Orozco
Un sendero de luz
una brisa fugaz
el recuerdo tan gris
y el sentido al mentir.
Una espera brutal
el anden siempre igual
nueve años sin voz
nueve hambres pasó.
Sin voz, sin voz.
Por más que uno quiera y más difícil sea
cuando toca esperar se espera.
Cuando se fue, le prometió
que volvería pronto a devolver
el corazón que se llevó
y cada día espera en aquel rincón.
Fue la estación
quien les robó
los mas de mil poemas que le escribió
fue el amor quien lo engaño
ó todos los recuerdos
que me contó.
Sin voz.
Por mas que uno quiera y más difícil sea
cuando toca esperar se espera.
Otra noche sin fin
hoy que toca soñar
con la cama del rey
ó con no despertar.
Hoy tuvo un gran día
fumo diez colillas
con dos monedas a pasado el día.
Sin vida.
Cuando se fue, le prometió
que volvería pronto a devolver
el corazón que se llevó
y cada día espera en aquel rincón.
Fue la estación
quien les robó
los mas de mil poemas que le escribió
fue el amor quien lo engaño
ó todos los recuerdos
que me contó.
Sin voz.
Por mas que uno quiera y mas difícil sea
Cuando toca esperar se espera.
Cuando se fue lo prometió
que volvería pronto a devolver
el corazón que se llevó
Y cada día espera en aquel rincón.
Fue la estación
quien los robó
los más de mil poemas que le escribió.
Se quedó, se quedó… sin voz, sin voz.
Por más que uno quiera y mas difícil sea
cuando toca esperar se espera.
Cuando toca esperar se espera, se espera, se espera, se espera.