Soledad
Ricardo Arjona
Un hotel que no es de nadie, una cama que no es mía
se me muere un día más.
Un avión a cualquier parte, una mano que saluda,
no recuerdo bien quién es.
Un saludo de Internet, una novia en la cartera
y una foto con los fans.
El salir en la tele
buscando algún remedio contra la soledad.
Soledad acompañada, soledad endemoniada.
Tantos gritos, tantas luces, tanta gente y soledad.
Soledad de no estar solo, soledad de andar pensando
si valdrá algún día la pena tanta ausencia por cantar.
Soledad de andar buscando, soledad de deshacerse,
deshacerse de esos sueños que se hicieron realidad.
Soledad de no estar solo, soledad de andar pensando
si valdrá algún día la pena tanta ausencia por cantar.
Un sueño de pastilla, un café que me incorpora
un diario bajo la puerta.
A las 10 una entrevista trae consigo algo de muerte
y se roba algo de mí,
mientras que un itinerario me maneja por la vida
como pieza de ajedrez.
Si cantar por vocación no es cuestión de calendario
sino de respirar.
Soledad acompañada.....
¿A dónde va la prisa, los aplausos, las canciones?
¿A dónde va ese tiempo que gané o que perdí cantando?