Fríos Del Alma
Arturo Gatica
La tarde era triste,
La nieve caía,
Un blanco sudario,
Los campos cubría,
Ni un ave volaba,
Ni oíase un rumor,
Ni un ave volaba,
Ni oíase un rumor.
Y sola en el campo,
Dejando su huella,
Caminaba muy triste,
Muy pálida y bella,
La niña que ha sido
Del campo la flor,
La niña que ha sido
Del campo la flor.
Llevaba en su cinto
Su pobre calzado;
Su hermana pequeña
Que marcha a su lado
Le dice: “¿no sienten
La nieve tus pies?”
Le dice: “¿no sienten
La nieve tus pies?”
“Mis pies nada sienten”
-Replica con calma-
“El frío que siento
Lo siento en el alma;
El frío de la nieve
Más duro no es”,
El frío de la nieve
Más duro no es.
Y sola en el campo,
Dejando su huella,
Caminaba muy triste,
Muy pálida y bella,
La niña que ha sido
Del campo la flor,
La niña que ha sido
Del campo la flor.
(Y dice el pequeño
Que helado tirita:
-“¡Más frío que el de nieve!...
¿Cuál es, hermanita?
¡No hay otro que pueda
Decirse mayor!...”)
(-“Aquel que de muerte
Las almas taladre;
Aquel que en el alma
Me puso mi madre
El día que a mi esposo
Me unió sin amor”.)