Tumba-matriz
La Castañeda
De tu esencia, tus entrañas,
De néctar cristal tibio y hondo.
Es que estamos hoy aquí,
Sobre ti que nos das de vivir.
Diosa triste, madre impávida,
Hasta cuándo podrás soportarnos.
Tú y sol padre nos crearon,
Y hoy nos miran volvernos bastardos.
Eres todo con nosotros,
Y en los lagos secamos tus ojos.
Tu regazo de paraje,
Es vejado con tanto desastre.
Bella anciana no entendemos,
Que nosotros no somos tus dueños.
Que eres la conciencia viva,
Hija pródiga del universo.
Tumba matriz, tumba matriz.
Eres tumba y matriz,
Tumba matriz, tumba, matriz.
Tumba matriz, tumba matriz.
Eres tumba y matriz,
Tumba matriz, tumba, matriz.
En tu falda de serpientes,
Se refugian los ríos inocentes.
Y los árboles serenos,
Levantando sus ramas al cielo.
Mi señora vieja sabia,
Antes de que a tus hijos devores,
Danos una flor de encanto,
Que nos cure del mal del humano.
Tumba matriz, tumba matriz.
Eres tumba y matriz,
Tumba matriz, tumba, matriz.