La Ultima Hazaña de Otoño
Cevlade
Con forzada mansedumbre la hoja extenuada
Asiste a su pirueta suicida, a su última hazaña
Con el vértigo de una mirada furtiva hacia la amada
Cae evocando su vida, el viento será su almohada
Evoca la promesa iracunda de un arrepentido
Y el sollozo cansado de un anciano solitario que ahí lloraba
Evoca rondas de niños
Besos de amantes
Y el silencio magistral de la tarde
Que la supervisaba
Cae el vestuario del árbol
Cae mi lágrima en tu mármol
Y recorre los contornos de tu nombre como si nada
Se cae nuestro castillo
Se desvanece el dulce brillo
De la corona enmohecida y su silente morada
Débiles cimientos de palacios en el viento
Tenues recuerdos.. Intensos padecimientos!
Debo adivinar la melodía de lo antiguo
Restaurarle el ala a un ángel y enviarlo a que esté contigo
Mecerme en las ventiscas con su ritmo sencillo
Revestir el frío eterno con un fugaz manto amarillo
Se estremece la hoja trémula y exhala su último aliento
Sus venas crujen.. Sabe que llegó el momento
Y se entregan fascinación y delirio
Pletórica de paz!, rebosante de olvido
Derroche de sueños en gritos que rasgan los cristales
Mi (aletargada) nostalgia es divulgada por agónicos vendavales