Nada
Enrique Bunbury
Este mundo que no sirve,
al menos para mí,
¿cómo podré sobrevivir?,
si tengo lo que me permiten conseguir.
Nadie sabe nada de nadie,
aunque todos insisten en creer,
que esto consiste en nacer,
como si fueramos exactamente iguales.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
solo encuentro oposición,
sin rasgos de dirección.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
aceptaré con resignación
esta suerte arbitararia.
Quizé hacer algo hermoso,
seguro que era vulgar,
y me fui a otro lugar que pensé:
más generoso.
Me entrego a lo que decidas,
en estos momentos no me va importar,
tanto perder que ganar,
si la caida no puede dolerme más.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
solo encuentro oposición,
sin rasgos de dirección.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
aceptaré con resignación
esta suerte arbitararia.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
solo encuentro oposición,
sin rasgos de dirección.
Nunca tuve nada,
y no me queda nada,
aceptaré con resignación
esta suerte.