La guácara
Isabel Parra
Guácara me dan por nombre,
mi forma es de caracol,
vivo en la humedad tranquila,
huyo de los rayos del sol.
Cuando el invierno comienza
y la tierra se humedece
y germina la semilla
y la rama reverdece
salgo yo.
Yo salgo de mi escondite
y en la arena mojada
tras mi lento caminar
dejo una estela plateada.
El hijo del campesino,
el muchacho barrigón,
cuando el hambre lo atormenta
pone mi cuerpo al fogón.
Me retuerzo del dolor
sobre la brasa inclemente
pidiendo más compasión
para mi cuerpo inocente,
¡qué dolor, ay, qué dolor!
Pero el muchacho travieso
se ríe de mi agonía
y al ver que ya estoy asada
me come con alegría.
Guácara me dan por nombre,
mi forma es de caracol,
mis ojos son dos cachitos
que reflejan mi tristeza.
¡Qué dolor, qué dolor!
¡Qué dolor, ay, qué dolor!