Canción Húmeda
Ivan Ferreiro
Y aunque el agua nos separa
y nunca llegamos a tocarnos,
me zambullo, resbalo,
me enrosco y buceo, abro la boca,
y cierro los ojos, reduzco mi espacio al tuyo,
tu mundo, tu agua.
Tus huesos, crujientes como tus besos,
culpables de mis excesos,
la noche no dirá nada
si tú no te quejas.
Donde se acaba mi boca
empezarán tus labios,
comenzará el momento
cayendo en la rutina.
El movimiento tan mojado,
tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado,
me has mojado,
me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante,
tan ausente, tan pausado,
me has mojado el corazón por un instante.
Y aunque el agua nos separa
y nunca llegamos a tocarnos,
en cada susurro, en palabras que tocan tus oídos.
Tus huesos, crujientes como tus besos,
culpables de mis excesos,
la noche no dirá nada,
empezaran tus labios donde se acaba mi boca.
En cada susurro, en palabras que tocan tus oídos,
soy valiente, nos va a salir muy caro, tenlo claro.
Cayendo en la rutina,
el movimiento tan mojado
tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado,
me has mojado,
me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante,
tan ausente, tan pausado,
te has mojado el corazón por un instante,
tan sagrado, tan paciente,
me has mojado el corazón, no tan valiente,
sí tan profundo, siempre caliente,
me has mojado el corazón y me he enganchado.