La Yapa
Jorge Rojas
Una joya para mí,
es el sabor de tus besos,
se caen del propio peso,
pero no llegan al fin,
y prefieres presumir teniéndome preso.
Estoy convencido que,
tus ojos brillan de verme,
y no puedo convencerme,
porque me dijiste ayer,
que habrá una primera vez,
mañana con suerte.
Yo quiero sin ofender,
decirte que andas uvita,
el corazón te palpita,
tán solo de suponer,
que te pediré otra vez,
me des la yapita.
No entiendo por qué razón,
tu corazón se me escapa,
y tu boquita me mata,
cuando me dices que no,
que aparte del corazón,
te pido la yapa.
No soy pretencioso, amor
pero por qué me lastimas,
adentro llevo una espina,
que me dobla el corazón,
si la yapa es la ilusión
de toda mi vida.
A veces me da pensar,
que vos te haces la rogada,
mi ruego no tiene entrada,
te haces la de no escuchar,
que ya en el tramo final
la yapa no es nada.
Para poder aflojar,
y comprender que no miento,
de mis labios juramentos,
quizá tengas que escuchar,
si no tendré que esperar
hasta el casamiento.