Promesa De Un Payador
José Larralde
Prienda de mi corazón,
consuelo de mis consuelos,
en las cuerdas de tu pelo,
enredaré mi canción.
Sublime sueño de amor,
acuno en mi sentimiento,
y el murmullo de tu aliento
me sabe a gloria de Dios.
Prienda mía, prienda amada,
dueña de todas mis cosas,
pondré en tu pecho la rosa...
que arrancaré de mi alma.
Y en la dulcísima calma,
de tu armónico embeleso,
sentirás el tierno beso
de quien por vida, te ama.
Has de volar en la cruz
de mi flete y esperanza,
y no existirá distancia
entre mi sombra y tu luz,
la vida será más buena;
el agua será más clara,
y en la paz de tu mirada
acabará mi condena.
Prienda mía, prienda amada,
dueña de todas mis cosas,
pondré en tu pecho una rosa...
que arrancaré de mi alma.
Y en la dulcísima calma,
de tu armónico embeleso,
sentirás el tierno beso...
de quien por vida te ama.