A Mi Padre
José Luis Perales
Tiene el andar cansado y a sus espaldas
Sesenta y tantos años de esperanza
Tiene una casa
Verdugo de sus manos y sus espaldas
Cuando amanece el día camina y canta
Buscando de la tierra en las entrañas
El pan caliente
Milagro que realiza cada mañana
Es aprendiz de todo, maestro en nada
Es poeta a su modo, le gusta el alba
Y entre sus manos
Y entre sus manos
Florecen a escondidas algunas llagas
Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma
Tiene un interrogante sobre su cara
Tiene un camino
Tiene un camino
Le gusta ser amigo de sus amigos
Quiso cambiar su vida, dejar la aldea
Más no pasó de ser una quimera
Una quimera
Que se quedó dormida entre la tierra
Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma
Luce sobre su pecho camisa blanca
Con su mirada
Con su mirada
Me dice que la vida
No vale nada