Hasta Acá Nos Ayudó Dios!
Las Pastillas del Abuelo
En carnavales de señales no verbales fue
Descubriendo el lenguaje
El inconsciente en busca de alguien
Que lo pueda ver a través del follaje
Interpreto modestos gestos
Que, en sí mismo, vio y comprendió el mensaje
Vacuna para incongruentes, se paró y gritó
¡Bendito aprendizaje!
Y, de pronto, sintió
Que se le inflaba el pecho
Vertiginosa sensación
Entre ilusiones y comparaciones
Enjuició toda una vida entera
Y, hoy, ve como un juicio
Que antes servía, hoy no sirvió
Ayer sí, hoy cualquiera
¿Pero ahora como se hace?
¿Cómo saco esto de acá?
¿Cómo empiezo de nuevo?
¿Cómo perdono? ¿Cómo me perdono a mí además?
¿Cómo disfruto el juego?
Y, de pronto, sintió un nudo en la garganta
Y, sin embargo, disfrutó
Él le llamó aceptación a ese llanto sin consuelo
Y, desde ahí, transformó la rigidez
Del miedo cruel y paralizador
En impulso motor
Fue en busca de su esencia una y mil veces
Y encontró que esta siempre mutaba
De forma, espacios, tiempos, todo acorde a la emoción
Del momento en que estaba
Focalizo tanto en ahora que temió perder
Completa la memoria
Fue entonces que se hizo conciencia
Y creyó comprender mi esencia, no es mi historia, no
Y, de pronto, sintió muy livianos los hombros
Y, rumbo al cielo, se cayó
Él le llamó plenitud a esa risa a carcajadas
Y, desde ahí, la virtud de vivir libre o nada
Creció como un alud
Eligió ver la luz
Él le llamó aceptación a ese llanto sin consuelo
Y, desde ahí, transformó la rigidez
Del miedo cruel y paralizador
En impulso motor
Él le llamó plenitud a esa risa a carcajadas
Y, desde ahí, la virtud de vivir libre o nada
Creció