El gran calambre final
Los Enemigos
Vimos luz
oímos truenos
y se abrió el cielo azul
y nos volvimos todos buenos
Vimos muertos
caminar
y al llegar todos al huerto
se pusieron a bailar
Siete ángeles
y trompetas
Siete sellos, fuego y sangre
como predijo el profeta
Y habló Él
blanco y oro
Nos postramos a sus pies
y comenzó a sonar un coro
Y dijo: "Que arda la tierra
y que arda el mar
que arda la tierra
y que arda el mar
el Caído la supo
conquistar".
Ya no hay hambre
Ya no hay sed
Ya sentimos el calambre
Ya no hay por qué padecer