Caña seca y un membrillo
Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota
Negrita yace asustada,
la hormiga se le durmió.
-Dios ya no quiere que baile...-
me dijo y me sofocó.
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!
Vamos, negrita, hacelo por mí.
La curva no se ha mojado,
ni patinó mi animal.
Morena, vi tu camisa mojada, secando y arrebaté!
Fuera pechito dañino,
milagro te hará cambiar,
un dedalito de caña, soplada
y este ritmo zumbador.
Tum-tum te agita morena,
tu cuerpo se impacientó.
-¡Dios ya no me aguanta quieta!-
me dijo ¡corre, corrida, apuró!.
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!
Vamos, negrita, hacelo por mí.