Preso ventanilla
Luis Alberto Spinetta
Alguien dijo basta y nunca amaneció,
luego vino un ángel
que se precipitó en su rostro
sin nadie ya...
Transformado en duende,
en copo de cartón,
quiso conocer de arriba todas las ciudades
sin nadie ya...
¿Y cómo imaginar que tanta soledad
pudiera despertar en él esa piedad...?
Y desde que la vida ya no le importó
quiso recordar y se perdió en la mañana
flor que late y late
aunque nunca encuentre
cuerpo que la habite.
Ya transformado en gema en lívido cristal,
se supo acrecentado
y entonces encendió su mecha,
sin fuego ya...
Luego como un monstruo,
un eje de metal,
quiso conocer el mar
y despertó en un barco
en forma de bulón!
¡Tan sólo regresar
para reír y llorar
única salida en un mundo que no está!
¿Y cómo puede ser que su deseo concibió
el envión que podría propulsarlo
al aire de las avenidas?
Y no cae nunca, está lejos de la vida
Estrellado en un periódico,
perdió el control total,
y así habló desde una hoja.
Por fin tocó un portero
y oyó: - "¡Usted no está!",
quiso reconocerse
y en éste mundo no hay espejos
sin alguien...
Así como una roca o un tímido jazmín
sintió que trasmutaba
y cada nueva vez lo hacía
sin alma ya...
¿Y cómo imaginar que tanta soledad
pudiera despertar en él esa piedad.?
No sólo revivió, sino que a todos ayudó,
se completó en una flor para surgir
en llamaradas de su amor perdidas...
Vaga, vaga y vaga
infundiendo vida,
juega en la distancia
preso ventanilla
corre con su sombra
en la serranía
juega en la distancia
preso ventanilla...