El Pago de Uno
Luis Soza
Si alguna vez me fui, pueblo querido
Huérfano me sentí sin tu cobijo
En otros rumbos grité que era tu hijo
Y en otros patios canté que eras mi nido
Fui polvo de tu calle, al Sol fundido
Fue tu cencerro matinal mi rumbo fijo
Fue tu greda de barranca el amasijo
Que moldeó mi corazón amanecido
Y así el viento me anotició tu primavera
Y la vuelta, carne de mi espera
Hasta que pude llegar, siempre a tu puerta
Ah, esa calle larga, mi regazo
Y el olor inconfundible de tu abrazo
Como el alma de una madre siempre abierta
Y así el viento me anotició tu primavera
Y la vuelta, carne de mi espera
Hasta que pude llegar, siempre a tu puerta