Prebostes Taraos
Mama Ladilla
Era, era, era un día cualquiera.
Macario salió a pasear un rato por la era.
Se cruzó con la María que le dijo: "vamos, vente pa mi vera,
que te voy a invitar" y sacó un chivato con cera.
Al cabo de un rato le dolía muchísimo la pera.
"Ahí te quedas, hija mía, que te den, que yo pillo carretera".
Se metió en un bar y se tuvo que salir para afuera:
no pudo soportar el hedor del humo de la cera.
Todo cristo fumando cera,
estafada España entera.
Has pagado 10.000 pelas
y te han dado media vela.
Y la culpa de todo la tiene
la estulticia de los prebostes taraos:
si es que hay que ser un preboste manta
para prohibir plantar una planta,
prebostes taraos.
Y a hostias queréis arreglar la que habéis montao,
milikis.
Milikis.