Con Dos Camas Vacías
María Jiménez
Ni yo bordo pañuelos, ni tú rompes contratos
Ni yo mato por celos, ni tú mueres por mí
Y antes de que me quieras como se quiere a un gato
Me largo con cualquiera que se parezca a ti
De par en par, te abro las puertas que me cierras
Me cuentan que el olvido no te sienta tan mal
La paz que has elegido es peor que mi guerra
Lo que pudo haber sido, lo que nunca será
Yo, en cambio, nunca supe ir a favor del viento
Que muerde las esquinas de esta ciudad impía
Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento
Desde un hotel de lujo, con dos, con dos camas vacías
¿Y quién hará tu trabajo debajo de mi falda?
La boca que era mía, ¿de qué boca será?
El roto de tu ombligo ya no me da la espalda
Cuando pierdo contigo las ganas de ganar
Como pago al contado, nunca me falta un beso
Siempre que me confieso, me doy la absolución
Ya no cierro los bares ni hago tantos excesos
Cada vez son más tristes, las canciones de amor
Yo, en cambio, nunca supe ir a favor del viento
Que muerde las esquinas de esta ciudad impía
Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento
Desde un hotel de lujo, con dos, con dos, con dos camas vacías
Aunque nunca me callo, guardo un par de secretos
Lo digo de hombre a hombre, de mujer a mujer
Ni me caso con nadie ni le pongo amuletos
Por no tener, no tengo ni edad de merecer
¿Quién hará tu trabajo debajo de mi falda?
La boca que era mía, ¿de qué boca será?
El roto de tu ombligo ya no me da la espalda
Cuando pierdo contigo las ganas de ganar
Maldita sea la tinta que empapa mis papeles
Maldita, la tercera persona del plural
Las uñas que se clavan ahí donde más duele
Si se me corre el rímel cuando me haces llorar
Y como pago al contado, nunca me falta un beso
Siempre que me confieso, me doy la absolución
Ya no cierro los bares ni hago tantos excesos
Cada vez son más tristes, las canciones de amor