La esperanza (Con Abram y DJ Joaking)
Nach
Hay momentos en que todo pasa lento y estás tenso.
Son tiempos de espera, trabajo y recogimiento.
Toda mi energía concentrada espera dentro. Es sentimiento, amor por lo que estás oyendo; rap cada momento, cada segundo del día. Todo por una obsesión, intuición me guía. Muchos se reían, me decían tonterías. Otros pocos me apoyaron, sí, fueron mi guía. En éste ascenso oscuro y denso aguardan mil peligros, la forma de llegar no viene escrita en ningún libro.
Sólo un instinto animal junto a una mente despierta, sólo una llave maestra puede abrirte cualquier puerta. Sólo acierta, es el secreto que esconde todo guerrero. Solo, no hay quien pueda sacar sangre de un tintero por mí. Sólo salí del agujero más profundo que podáis imaginar. Llegar, hacerlo rotundo, es el pesar de los que sufren la enfermedad de la envidia. Yo miro mi rap porque es mi vida, mi rabia. Él mata mis fobias.
Pausado y sin compasión, pongo el corazón en el ojo de este ciclón, y doy tiempo a mi razón para que reflexione todo. Esperanza y una década andando en el lodo. Ella me habló, dijo: 'Eres un rey, no lo dudes'. Noches con venenos en las venas, perdido en clubes, tras las nubes hay un trago de aire fresco.
Sólo aguanta, lava en la garganta, siente siempre cuando canta. Hoy el mal auyenta, con la tinta esperimenta. La esperanza pinta, su alma brinda
sus vergüenzas, abre puertas con la fuerza de su mente. ¿Quién es? Siempre con proyectos en la mente, siempre un plan D. Malas rachas largas, como desiertos mis crísis. Sin agua hasta la catarsis, alcancé un oasis.
Cuando caminé desorientado bajo la tormenta, cuando luché solo sin más armas que la tinta,
cuando todo el odio se apoyaba en mi balanza. Cuando nada me ayudaba, conservé mi esperanza.
Cuando todo el mundo me pedía saldar cuentas,
cuando me ayudaba para escapar con la mierda,
cuando no sentía más que un nudo en la garganta.
Cuando nada me ayudaba, conservé mi esperanza.
Cuando tú, y tú, y tu decíais ser mis amigos, y no tuvistéis tiempo de estar charlando tranquilos
conmigo. Cuando tuve aquel cáncer de medio gramo,
en forma de adicción mortífera, ¿dónde estabas, hermano?. Si soltaban mierda de mí y tú estabas presente, riéndoles las gracias para ser más guay, ¿entiendes? Ahora me la suda, muchas gracias, me hice fuerte. Sé que sólo me tengo a mí mismo, suficiente.
Tocaron mi amor propio, pero siempre creí en mí. Cuando toque fondo, escribi; cuando renací; cuando me fundí con el papel en mis inicios. Por primera vez supe que fue mi principio como MC. En éste pozo de palabras me refresco, bebo de sus aguas para que me sude el resto. Cada corte, un manifiesto, una oda a liberdad. Los que me siguen, alcen su puño, es la lealtad a la vida que madre me regalo y luchó por eso. De 3.700 cínicos, salí ileso. Me estreso, me desestreso, y salgo otra vez fuera. Niebla en la nevera y to' tu clica por montera. Ya, ya aprenderás cuando las cosas se tuerzan. Es cuestión de saber escuchar, cuestión de fuerza.
Cuando caminé desorientado bajo la tormenta, cuando luché solo sin más armas que la tinta,
cuando todo el odio se apoyaba en mi balanza. Cuando nada me ayudaba, conservé mi esperanza.
Cuando todo el mundo me pedía saldar cuentas,
cuando me ayudaba para escapar con la mierda,
cuando no sentía más que un nudo en la garganta.
Cuando nada me ayudaba, conservé mi esperanza.
La esperanza es pura, la esperanza es verde;
cuando crees que se pierde, remontas el vuelo y vuelve. Es como ver llover, saber que la luz espera
fuera de tu oscuro carma. Tu ser desarma a las fieras, ves que danza la esperanza allí donde no imaginas. Está en páginas tachadas, fachadas que contaminan, más allá de mentes, de metas inalcanzables; más allá de tormentos, de tiempos insoportables. Soy mi propio juez, y así suicido alegrías; nada sirve de vívere a un títere que no se fía.
Escribo puntos suspensivos, tendido en mi nido; cautivo entre palabras, nunca fui vencido. Soy caminante de piel cambiante, mi fín es tu muerte; destino inerte, la suerte es errante y llora. Mi canto incluso se ahoga recluso en un foso. Mi mente es mi soga, mi droga, me miente y me roba. Rogad por éste monje que no cree en tu paz voraz, ayudadme a revivir tras ésta blanca oscuridad.
Espero no sé a qué, no sé a quién, no veo el Edén. Soporto cien atmósferas de presion en mi sien; transtornos de ansiedad, orfidal y transilium. Tu pandemoniun, no manchará mi rap currículum; coherencia, mi camuflaje es mi transpariencia. La diferencia sólo está en aprender de la experiencia. Aquí se sueñan paisajes y mundos por recorrer, se enseña lo que alguien quiera aprender. Sé que querer es poder, y no querer, joder, es extraño.
Cuando alguien tiene el poder de hacer daño a éste ermitaño huraño, guardián que guarda su guarida, cura su herida, mientras respira y deja su vida dormida. Sé que la esperanza fija mi balanza, me hace ver mañanas de ayeres en la distancia. Su fragancia trae la calma, es perfume para el alma; me doma y me despierta de este coma. Se reencarna en días de concordia, borra del mapa mi fobia mientras 3.700 cínicos me incordian. Recuerda, mis complejos son los tuyos. MC suyo de murmullos y en tus odios no me incluyo. Recupero el respeto, destruyo el inconformismo. Sólo la esperanza me salva del negro abismo.