María La Curandera
Natalia Lafourcade
Cúrate, mijita, el dolor con nuestra luz del Sol y los rayos de la Luna
Cúrate, mijita, el dolor con el sonido del río, la cascada y la espuma
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te agarre
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te ame
Cúrate, mi niña, con las hojas de la menta y la hierbabuena
Ponle amor al té, en lugar de azúcar, toma y mira las estrellas
Cúrate, mijita, el dolor con nuestra luz del Sol y los rayos de la Luna
Cúrate, mijita, con los besos que te sopla el viento, los abrazos de lluvia
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te agarre
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te ame
Cúrate, mi niña, con amor del más bonito y enciende el fuego
Entrega tus dolores, que se vuelvan polvo y vengan nuevas flores
Que se vuelvan polvo, que se vuelvan polvo todos los dolores
Que los queme el fuego, que los queme el fuego y vengan nuevas flores
Que se vuelvan polvo, que se vuelvan polvo todos los dolores
Que los queme el fuego, que los queme el fuego y vengan nuevas flores
Cúrate, mijita, el dolor con el calor del Sol y el frío de la Luna
Endulza la mañana con aroma de lavanda, romero, eucalipto y que venga la calma
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te agarre
Con el vaivén del mar que va y viene, deja que te ame
Cúrate, mijita, con amor del más bonito, haga caso a la intuición
Mire el mundo entero con el ojo aquel que lleva usted en la frente
Cúrate, mi niña, con amor del más bonito
Y recuerda siempre que tú eres la medicina
Cúrate, mi niña, con amor del más bonito
Y recuerda siempre que tú eres la medicina
Que se vuelvan polvo, que se vuelvan polvo todos los dolores
Que los queme el fuego, que los queme el fuego y vengan nuevas flores
Que se vuelvan polvo, que se vuelvan polvo todos los dolores
Que los queme el fuego, que los queme el fuego y vengan nuevas flores