La mariposa
Paloma San Basilio
Al levantar el día vendrá la niebla
y otra vez me marcharé, dejándote.
Tú desfondado caerás,
me dirás, ¿qué me dirás?
llamándome, una vez y muchas más,
amándome, tú, desvalido caerás.
Que no se posa la mariposa,
va por instinto de flor en flor,
ama de veras y nunca se queda,
no vaya a ser que en el calor
pierda sus alas por amor
en el fuego abrasador de un beso
y con la trampa de un color erótico.
Tú en su cielo volarás,
te quedas solo después de mi vuelo
sobre tu trágica soledad
y te preguntas por qué no me atrapas
y alguna nave inventarás
que por mi espacio viajará.
Y yo volaré hacia nuevas direcciones,
me enamoraré sin sellar las condiciones,
sólo por amar,
y me iré camino a camino
desde una pasión a otra pasión,
que me atrapará sin pensar en ti.
La mariposa sobre la espalda
que te besaba posándose, como una diosa,
bella en el sueño, y al despertar volará.
Nunca se posa la mariposa,
va por instinto de flor en flor,
ama de veras y nunca se queda,
no vaya a ser que en el calor
pueda morirse de amor.