Post-crucifixión
Pescado Rabioso
Abrázame,
madre del dolor,
nunca estuve tan lejos,
de mi cuerpo.
Abrázame,
que de la vida,
yo ya estoy repuesto.
Abrázame,
madre del dolor,
nunca estuve tan solo,
en este mundo.
Abrazame,
que amanece, y hay resignación.
Y en esta quietud,
que ronda a mi muerte,
no tengo presagios de lo que vendrá.
Abrázame,
madre del dolor,
nunca estuve tan lejos,
de mi cuerpo.
Abrázame,
que de la vida,
yo ya estoy repuesto...