El Carrero
Quilapayún
(Huella)
(recitado)
Antes era distinto, las carretas eran las dueñas 'e los caminos. Traían un invierno calient' 'e leña 'e sierra, un verano fresco de sandías. Amaneceres con carretas tempraneras que pasaban despertando el pueblo. Goteando su música inocente los cencerros de los bueyes delanteros y el silbido juguetón del carrero.
El progreso lo halló con un oficio y una carreta vieja. No vaya a creer que es lindo andar en un tiempo nuevo cargado de recuerdos viejos. A veces, llegar al pueblo, entreverarse en el vivir de los otros. Y siempre vuelta a uñir los bueyes y la madrugada. Carrero...
A la huella, a la huella,
vamos carrero,
deja la carreta
rumbear p'al pueblo.
Y tendremos mujeres
guitarra y caña,
cruzaremos la noche
meta picana.
Yo he visto muchas taperas
y sólo me duele una
pero le juro compadre
que los caminos me ayudan.
A la huella, a la huella,
vamos carrero,
franqueando la noche
que llegaremos.
En el clavo prendido
llevo el lucero,
picaneando los bueyes
lujo 'e cencerro.
Carrero y carreta vieja
a los golpes del camino,
cómo le cuesta a la pobre
ayúdala con el silvo.