Echando Piropos
Reynaldo Armas
Mi adorable jovencita, disculpe si la incomodo
Ante todo, muchas gracias por oírme sin encono
Yo sé que cada minuto de su tiempo vale oro
Y estos que me está brindando para mí son un tesoro
Desde que la conocí siento en mi vida un trastorno
Como si algo me fallara no puedo dormir, ni como
Acariciando el recuerdo de su mirada, la nombro
Y eso tan solo me pasa cada vez que me enamoro
Una mujer como usted, inteligente y sin rollos
Ojalá, y quiera mi Dios, todavía no tenga novio
Para entregarle mi amor de la raíz al cogollo
Tan puro como el rocío que acaricia los retoños
Solo falta que sus labios con su dulzura de arroyo
Me dé ella el rotundo "sí" que de rodillas le imploro
Si usted me dice que no, me llevarán los demonios
Y acabaré por su culpa metido en un manicomio
Caramba, pero caramba, que yo jamás me compongo
Mi corazón es un caso, yo nunca lo traiciono
¿Cómo podría traicionarlo si él es el mejor de todos?
Y además somos iguales, no tenemos acomodo
Si usted me correspondiera yo también le correspondo
Por favor tenga piedad, no nos eche al abandono
Le diré a mi corazón, corazón no estamos solos
¿Y cómo vamos a estarlo con semejante pimpollo?
Y ya para despedirme lo haré sin muchos adornos
Esperando de su parte que me dé todo su apoyo
Haré los preparativos para nuestro matrimonio
Y al fin podrá descansar mi vida sobre sus hombros
Con un besito en los labios le diré cuánto la adoro
Y los tantos envidiosos nos mirarán con asombro
Cuando le alcemos la pierna a mi caballito moro
Dejándoles de recuerdo una gran nube de polvo