La Musa y el Espíritu
Saurom Lamderth
Desde la infancia
Devoción de amor emanaban,
Almas unidas
Que la enfermedad separaba...
Dos vidas mermadas en soledad.
Se aman, se miman sin poderse rozar.
Breves recuerdos,
Afloran los tiernos momentos
Y en tus sueños
Hablas con él sobre un reencuentro.
No temas, no llores, me encuentro bien.
Mi vida, tranquila, cada noche yo vendré...
Mientras recorro los ríos, los valles,
los cielos, las nubes y los siete mares
Seguire por ti esperando,
¡¡¡mi vida no llores que te estoy mirando!!!
Hago castillos de arena en la luna,
dibujo sonrisas en nuestra amargura...
Relatos de mis suspiros que en la
medianoche compartiré contigo...
A las estrellas
les comento cómo es el sol.
Al sol le cuento
la grandeza de nuestro amor...
Espero viejita que seas feliz.
No hay prisa, más tarde
Nos hallaremos al fin