No Sabes Cuanto Te Quiero
Camilo Sesto
Está amaneciendo
¡Qué paz refleja tu cara cuando duermes!
Ya es casi la hora de empezar un nuevo día
Y la verdad, reconozco que
No me gusta nada madrugar
Quizá sea esa la razón
Por la que tengo tan mal despertar
Te agradezco tanto que cada mañana
Me regales tu primera mirada, tu sonrisa
Y que me digas: ¡Buenos días, mi amor!
Me encanta mirarte cuando me preparas el café
Te preocupas tanto de lo mío
Que se te olvida y no te importa
Que el tuyo se esté quedando frió
Siempre piensas antes en mi
Que en ti, siempre
¡Y no sabes cuánto te quiero!
Necesito ese beso
Ese beso tuyo de ayer
De hoy, de siempre
Ese beso que me das
Cuando me marcho
Cuando llego a casa, tarde
Cansado y con problemas
Y tú me recibes con los brazos abiertos
Me ayudas, me oyes
Y sobretodo me escuchas
Y eso alivia mis penas
Hoy desperté abrazado a ti
Me gustó tanto mirarte
Tenías los ojos cerrados a la luz
Y la mente abierta a los sueño
Tu cuerpo, completamente desnudo
Mis manos parecían tener alas
Se me escapaban, volaban hacia ti
Te deseaban
Y te acaricié de los pies a la cabeza
Una y otra vez
¡No sabes cuánto te quiero!
Hay veces que no nos hacen falta
Ni las palabras para entendernos
Nos basta con mirarnos
Y si por alguna tontería discutimos
Acabamos encontrándonos
Donde más cerca nos sentimos, más unidos
Nuestra cama
Si nos va bien o mal
Yo a tu lado y tú al mío
Juntos, fundidos como arena y cal
Como agua del mismo río
Hay quien no entiende este amor
Hay quien nos da la espalda
¿Qué más nos da?
Si tú y yo sabemos
Que cuando nos conocimos
Decidimos echar el ancla
Te he sentido tantas veces
Cuando a media noche te levantas
Me miras y me mimas como si aun fuera un crío
Pareces adivinar que estoy sintiendo frío
Y me echas otra manta
Me gusta cómo me tratas
Y me gusta cómo me amas
Eres el mejor regalo que me ha dado la vida
¡No sabes cuánto te quiero!
Compartes todas mis cosas
Todo lo que se puede sentir
Cuando de verdad se ama
En esos momentos de entrega
Tuya y mía
Donde solo hay un testigo que nos mira
Calla y guarda nuestra intimidad
Nuestra cama