Casa
Silvana Estrada
Mi casa es un recuerdo primaveral
De pálidas plegarías sin Dios
Mi casa es lo que queda del verano
De aquella insoportable inundación
Y entiendo que la vida me reproche
Mi insólita vejez del corazón
Mi casa es una estrella que se apaga
¡Qué triste! Se despide de mi voz
¡Qué triste! Se despide de mi voz
Mi casa es un jardín enamorado
Que crece incontrolable bajo el Sol
Mi casa son tres risas que se abrazan
Qué dicen los que saben que es amor
Y entiendo que la vida me reproche
Mi insólita vejez del corazón
Mi casa es una estrella que se apaga
¡Qué triste! Se despide de mi voz
¡Qué triste! Se despide de mi voz