Gabriela
Ulises Bueno
Gabriela tiene la mirada de los que aman
Solo las cosas simples de la vida
A ella le gusta teñirse de lluvia
Cuando la lluvia la salpica en la galería
Él trabaja todas las horas de los días
Para ganar lo que no va a gastarse en siete vidas
Y ella sueña con sus besos
Y él solo cuenta moneditas
Gabriela puede viajar al lugar que quiera
El presupuesto seguro le alcanzaría
Pero ha elegido la ventana de su living
Para mirar cómo se le pasa lenta la vida
A ella le gustan los amaneceres
Pero mucho más le gustaban en su compañía
Cuando él no era tan rico
Muchas veces, los veían
A ella le pican los brazos
Cuando tanta soledad le brota
Ella le dice llorando
Mientras él la mira como idiota
No me sueltes, porque vuelo
No me quieras, porque quiero
Dame un día a medias si es contigo
Que eso a mí ya ha de bastarme
No me sueltes, porque vuelo
No me quieras, porque quiero
Dame que la vida es donde sea y si es contigo
Y no en un palacio frío, donde solo he de extrañarte
No puedes comprar el tiempo cuando es tarde
Así empezaron a pasar los años
Llenos de soledad y monotonía
Mientras él se tomaba un vuelo a Londres
Ella empezó a tomar alcohol con algunas pastillas
A navegar por los eternos mares
De una cama sin otro que le brinde compañía
A resignarse los amaneceres
A no teñirse más de lluvia en la galería
Él la encontró en una tarde de regreso
Estaba fría como el mármol de la escalera
No alcanza el omnisciencia de este narrador
Para decir: ¿De qué carajo, se murió Gabriela?
Pero murió y él se volvió tan loco
Que nunca más quiso salir afuera
Se condenó tan solo en el encierro
Donde vivió tan infeliz Gabriela
Ahora, repite cuál loco
Lo que le decía Gabriela
Mientras quema con desprecio
Sus billetes en la hoguera
No me sueltes, porque vuelo
No me quieras, porque quiero
Dame un día a medias si es contigo
Que eso a mí ya ha de bastarme
No me sueltes, porque vuelo, oh-oh
No me quieras, porque quiero
Dame un día a medias si es contigo
Que eso a mí ya ha de bastarme
No me sueltes, porque vuelo
No me quieras, porque quiero
Dame que la vida es donde sea y si es contigo
Y no en un palacio frío, donde solo he de extrañarte
No puedes comprar el tiempo cuando es tarde