El Caballo de Mi Padre
Vicente Fernández
Cuando mi padre murió
Entre otras cosas dejó
Ahí por Jalisco, un ranchito
Dejó una silla plateada
Su pistola niquelada
Y un caballo muy bonito
No se dejaba ensillar
Y mucho menos montar
De cualquier entrometido
Pero yo lo acariciaba
Como mi padre le hablaba
Y acabó siendo mi amigo
Se llamaba El Cascabel
No había caballo como él
Tan ladino y presumido
Pero extrañaba a mi padre
Yo le notaba al montarle
Tristeza en su relinchido
Un día me fui a galopar
Alguien lo quiso comprar
Me daban lo que quiera
Con las orejas paradas
Aventó un par de patadas
Como si el penco entendiera
Pero un día se me escapó
Cuando mi padre cumplió
De su muerte un año exacto
Y aquel caballo precioso
Se fue a matar en un pozo
Cerquita del camposanto
Aquel caballo murió
Porque nunca se olvidó
Del que fue su amo querido
Dicen que allá en Monte Grande
Del caballo de mi padre
Se escucha su relinchido