El Mendigo
Victor Manuel
A mi puerta llegó sonriente un mendigo
tembloroso y feliz una mano extendió.
Dos monedas le di y con gesto tranquilo
preguntó ¿eres feliz? No lo soy, buen amigo.
¿Que te pasa Manuel, si eres joven y rico,
y una linda muchacha suspira contigo?
No lo puedo saber y me siento aturdido.
Pues despierta Manuel, vamos, vente conmigo.
Será la luna compañera de tus sueños,
serás muy rico con los sueños más pequeños.
No sé, no sé, no sé que hacer...
Seremos libres como flores en el campo,
saber que nadie tu fracaso está esperando.
Será mejor, mejor me iré.
He aprendido a rezar y a buscar los quejidos
de la vieja guitarra que vive conmigo.
He aprendido a soñar y temblar aterido
en las noches tan largas del invierno frío.
Y en las noches sin luz cuando quema el rocío
una estrella que pasa me llama... mendigo.