Dolores
Zahara
Querida amiga, no puedo quedarme callada
Que te conozco desde que era niña
Cuando mi abuela cocinaba y
Recordaba tus ojos verdes
Aunque ya no sabía cómo se llamaba
Con la mano en la biblia te lo digo yo
Tú eres más libre que todos los hombres insufribles y arrogantes
Capaces de sepultar tu alegría
Diciendo que tu poesía
No estaba a la altura y que no lo valías
Mal querida y sufridora
Aprendiste que el amor
Era el que esperaba en casa
El que no preguntaba, el que ofrecía devoción
A cambio de puñaladas
El que moría y mataba de amor
¿Cómo ibas a decir que tú no eras esa?
Que no había en el mundo moneda
Ni falsa ni verdadera
Que pudiera pagar lo que dabas
Que quitara toda tu tristeza
Tú que tenías la voz de las mujeres perdidas
Y a la vez la voz de tu España querida
Cortando el viento a tu paso
Fuiste siempre incomprendida
Como si esa pena, esa pena
Fuese la única forma posible
De amar