Apologia Tanguera
Edmundo Rivero
Tango rante que tenés
el alma de un cachetazo,
que vas llevando un hachazo
en la frente y lo escondés;
de la cabeza a los pies,
vestido de luto entero,
sos un símbolo canero
que va taconeando fuerte;
sos la Risa y sos la Muerte,
vestidas de milonguero.
Sos entre el camandulaje
un cacho de mala suerte;
sos el barbijo de muerte
que rubrica el sabalaje;
sos el alma del chusmaje
metida en un bandoneón;
sos la furca, la traición
y sos una flor de yuyo,
el piropo y el chamuyo
que perfuma el corazón.
Sos el lamento tristón,
que, amarrocando sentidos,
te metés por los oídos
y escarbás el corazón.
Sos el réquiem compadrón,
el que gimió allá en París;
con tu canyengue, me oís?,
vos fuiste el fiero remache
qui hizo temblar al apache
y llorar a las Mimís.
Tango lindo que se estira
en un bandola atorrante
y que sale agonizante
mientras se baila y se aspira...
Tango! Sos como una tira
de prepotencia y de mal;
sos lágrima y delantal,
sos velorio y cocaína,
y sos tristeza de mina
que se clava en un puñal