Dónde Habita El Olvido
Enrique Bunbury
Cuando se despertó
No recordaba nada de la noche anterior
Demasiadas cervezas
Dijo al ver mi cabeza al lado de la suya en la almohada
Y la besé otra vez
Pero ya no era ayer sino mañana
Y un insolente Sol
Como un ladrón entró
Por la ventana
El día que llegó
Tenía ojeras malvas y barro en el tacón
Desnudos, pero extraños
Nos vio roto el engaño de la noche
La cruda luz del alba
Era la hora de huir
Y se fue sin decir: Llámame un día
Desde el balcón la vi
Perderse en el trajín de la Gran Vía
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común que la vio
Donde habita el olvido
La pupila archivó
Un semáforo rojo, una mochila, un Peugeot
Y aquellos ojos miopes
Y la sangre al galope por mis venas y una nube de arena
Dentro del corazón
Y esta racha de amor, sin apetito
Los besos que perdí
Por no saber decir: Te necesito
Y la vida siguió
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido
Una vez me contó
Un amigo común que la vio
Donde habita el olvido
Donde habita el olvido
Donde habita el olvido