Receta Para Un Filtro De Amor Infalible
Joan Manuel Serrat
Todo el secreto de un infalible filtro de amor se esconde en una íntima prenda recién usada. Consiga una de la persona seleccionada. Si puede hacerlo personalmente, mucho mejor. Córtela a tiras para que vaya soltando el jugo, y en lugar seco, lejos del gato, sin darle el sol, déjela un mes macerándose con menta y alcohol y olvídese de las rogativas y los conjuros. Y en tanto pasan los días, interminables, acósela con su proverbial galantería. Mándele flores varias veces al día y propóngale que le presente a sus padres. Y si aun así persiste en su negativa actitud sazone el íntimo elixir con borra del ombligo y a fuego lento, con leña de flechas de Cupido póngalo a hervir y deje que vaya haciendo chup-chup. Antes, aparte, se ha preparado una picada con las más bellas frases de amor escritas jamás, una pizca del polvo de una estrella fugaz y el pétalo de una rosa recién decapitada. Añádala con los primeros hervores previamente disuelta en agua de nieve. Remueva el fondo para que no se pegue y se derritan las dudas y los temores. Y cuando vea que el jugo se torna del color de aquellos ojos que le deslumbran cuando sonríen, retírelo de la lumbre y déjelo que se enfríe un par de horas y páselo por el colador. Mezcle un cuartillo del néctar en un litro de absenta y en una copa transparente de cristal, solo o con hielo, según el gusto de cada cual, sírvase a una persona cándida y predispuesta. Y si acaso le fallara este bebedizo, haga la prueba con materias tangibles.
Cubrirla de brillantes o montarle un piso son buenos ingredientes para infalibles filtros de amor.